jueves, 14 de agosto de 2008

La Montaña

Queridos amigos:

Me vuelvo a ir unos pocos días, esta vez a la Montaña.

No penséis en una montaña andina, de picos y cuerdas, sino en la suave montaña de la sierra de Madrid, donde dar dulces paseos viendo los pajaritos y los árboles, con la chaquetita puesta.

Como, en principio, la Montaña es menos peligrosa para la virtud que la playa, esta vez invertiremos el trato: seré yo el que rece por vosotros, en vez de vosotros por mí (si os parece, vaya).

Como ya es habitual entre nosotros, esperando que os acordéis de mí, etcétera, etcétera.

F.

3 comentarios:

AleMamá dijo...

Te recordaremos, y no te olvides tú de rezar por nosotros :)

Feliz viaje

Juan Ignacio dijo...

Trato hecho.

(Qué bueno poder hacer, en unas mismas vacaciones, playa y montaña).

Paralelo 49 dijo...

Usted rece, rece. A los que estamos ya en el trabajo nos viene muy bien.