viernes, 29 de octubre de 2010

Octubre

Miro por la ventana.

Parece nublado
pero en las chimeneas metálicas
se refleja el sol rojo
que amanece
de espaldas a mi casa.

miércoles, 27 de octubre de 2010

En Madrid

Adelgazo, recupero una americana y varios pantalones de hace varios años. Al abrir mi ropero me siento como un millonario.

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Ya hace frío por las mañanas, pero no me da la gana sacar el abrigo. Al mediodía, al salir del trabajo, ya hace bueno.

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Ocurre uno de mis terrores domésticos. Me encuentro con la cuerda de tender la ropa sostenida sólo por una de las argollas, la otra se ha salido, la cuerda cae tensa y la segunda argolla está suspendida frente a la ventana de mi vecina de abajo. Sólo por un milagro la pieza metálica no hizo péndulo al soltarse, se hubiera estrellado contra el cristal de la vecina.

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Pierde el Deportivo frente a la Real Sociedad. En las horas siguientes las radios sospechan que se va a cesar al entrenador Lotina.

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Muere Paul, el pulpo alemán que pronosticó nuestra victoria en el Mundial.

lunes, 25 de octubre de 2010

Lo, la, le

Me imaginé una charla con un lector del blog:

-Oiga, no escribe usted mal del todo, se nota que pule mucho los textos, pero lo que no puedo sufrir es lo mal que usa a veces los pronombres lo, la y le; parece que los pusiera usted al azar.

-Tiene usted razón: ya sabe que en Madrid los usamos muy mal, y en concreto que cogemos "le" para todo.

-Eso no es excusa, hombre, otros blogueros de su zona usan bien estas palabras. Haga usted un esfuercito. Acuérdese de la regla que le dio un profesor en el colegio para no equivocarse tanto: lo y la son complemento directo (masculino, neutro y femenino) porque en la panza de la o y de la a cabe todo el objeto del verbo; y le es complemento indirecto porque en su pequeña cabeza no cabe nada.

-Lo intentaré.

-Venga, a ver si se enmienda.

jueves, 21 de octubre de 2010

Crisis de gobierno

Hay 3 noticias buenas, 1 ridícula y 1 tenebrosa. Empecemos por las buenas.

Cesa la ministra del Aborto. Su gran aportación al pensamiento español es que un feto es un ser vivo pero no un ser humano, en las últimas semanas ha insistido en este hallazgo; su gran éxito, la lucha contra la violencia doméstica: en lo que llevamos de 2010 ya han muerto tantas mujeres como en todo el 2009.

Cesa el ministro de Asuntos Exteriores, cómplice y apoyo de toda la gente que ha atacado a España, a sus intereses o a los derechos humanos: Hugo Chávez, los Castro, Rafael Correa, Evo Morales, Cristina K., el Rey de Marruecos y (últimamente) los ingleses de Gibraltar, todos han encontrado siempre su comprensión. Ayer, al enterarse de la noticia, se echó a llorar. ¡Le quedaban tanta cosas por hacer!

Cesa la vicepresidenta primera, abogada de las ultra-feministas, de los resentidos de la Guerra Civil, de los homosexuales radicales y de los enemigos de la Iglesia. Su cese y el de la Secretaria de Organización del Partido Socialista demuestran algo importante: en España, el auténtico poder sigue siendo masculino, el que ejerza una mujer (por muy grande que llegue a ser) siempre es vicario, delegado por un hombre, efímero.

La noticia ridícula es el nombramiento de la hasta ahora ministra de Sanidad como ministra de Asuntos Exteriores, pese a haber sido derrotada hace poco en las primarias madrileñas por el ex-alcalde. ¿No valió para candidata socialista a la Comunidad de Madrid y vale para Exteriores? Su gran mérito para el nuevo cargo parece ser que es haber estado casada unos años con un diplomático.

Y, en fin, la noticia tenebrosa es que el ministro de Interior, Señor de la Noche, Príncipe de la Tiniebla, jefe de la Policía, asciende a vicepresidente primero y portavoz del gobierno. Suya es la terrorífica frase que recibió un diputado popular que le había interrogado en el Congreso,"sé todo lo que hacéis, oigo todo lo que decís". Su ascenso a número dos del gobierno tiene un punto novelesco, como una representación a alto nivel del Fausto, de Goethe.

lunes, 18 de octubre de 2010

Caridad

Iba en el autobús muy cansado. Subió una señora mayor, fingí no verla, no le cedí el sitio. Al bajar, un pobre auténtico me pidió una moneda, le ignoré. ¿Cometí en ambos casos un pecado mortal contra la caridad?

En mi formación cristiana, en la adolescencia, se dio una importancia enorme al pecado mortal contra los mandamientos 6º (actos impuros) y 9º (pensamientos impuros). Llegamos a ser grandes casuistas en la materia. Si uno miraba sin darse cuenta no era pecado; si uno miraba voluntariamente era pecado; si uno miraba sin darse cuenta durante mucho rato (estaba pensando en otra cosa) no era pecado; si uno miraba voluntariamente pero sólo un momento y por curiosidad, muy deprisa, no era pecado, pero si tras la curiosidad uno mantenía la mirada entonces ya sí era pecado; si uno ... Se podía saber perfectamente, al minuto, si uno había cometido pecado mortal o no. En caso de duda se consultaba al confesor, que introducía aún más elementos de juicio: si uno miraba con intención de que fuera mera curiosidad y con ánimo de retirar la vista pero en medio le daba tortícolis y no podía girar la cabeza ...

Nunca hubo esta sutileza con la caridad. Estaba claro que si uno mataba a otro o le pegaba una gran paliza y le dejaba en coma o le robaba mucho dinero o decía contra él injurias terribles eran pecados mortales. Fuera de eso, nunca hubo el casuismo que con los mandamientos 6º y 9º. ¿Significaba eso que una persona normal nunca podía cometer un pecado mortal contra la caridad?


Y, sin embargo, hay un párrafo del Evangelio (Mt 25, 31-46) en que se nos dice que esto no es así. No es una parábola, una ficción, sino que es una profecía de Jesús, algo que realmente va a ocurrir en el Juicio Final, cuando se nos pedirá cuentas no del mal que hayamos hecho a los demás (eso se da por supuesto), sino del bien que hemos dejado de hacer: "tuve hambre y no me disteis de comer, estuve enfermo y no me visitasteis, ...". Aplicando los conceptos católicos, podríamos decir lo siguiente: conforme a este texto, un hombre que no ha hecho nada por los demás durante toda su vida y no se arrepiente de ello antes de morir muere en pecado mortal contra la caridad, es indigno de entrar en el Cielo, aunque siempre haya guardado escrupulosamente el 6º y el 9º mandamientos.

viernes, 15 de octubre de 2010

Basurita española

Un hombre fuerte tiene una discusión violenta con su novia. Un profesor defiende a la chica. El hombre fuerte le pega una paliza y le deja en coma. Consternación nacional.

La chica va por los programas de la tele defendiendo al hombre fuerte y criticando al profesor en coma, se metió donde nadie le llamaba. La Fiscalía se plantea ponerle una querella por apología de la violencia doméstica, o algo así.

Semanas después, el profesor sale del coma y vuelve a su casa, es un Héroe Nacional.

Los políticos deciden aprovecharse del Héroe Nacional y le dan un cargo sin competencias pero con euros. Los políticos del otro lado no ven bien esto.

El hombre fuerte sale libre a la calle, la Justicia es lenta.

El Héroe Nacional empieza a ir por las tertulias, pega muchos gritos, y publica un libro diciendo que los socialistas son asesinos y ladrones. Los socialistas se enfadan mucho con él.

El Héroe Nacional es detenido conduciendo con el triple del alcohol en sangre permitido por la Ley, se le retira el carné. Deja de ser Héroe Nacional, los políticos que lo utilizaron se libran de él.

El hombre fuerte muere, esta semana, por sobredosis de droga.

miércoles, 13 de octubre de 2010

La cruz de la corona

Hace mucho tiempo hice un post en el que explicaba mi admiración por la gente que está en primera línea en la batalla moral de la sociedad: los médicos y las enfermeras a los que se anima a hacer abortos o a repartir la píldora abortiva, los profesores de los colegios públicos, los jueces que han de aplicar Leyes injustas, los padres con hijos adolescentes, los sacerdotes, los periodistas, ... Por el contrario, mi caso era y sigue siendo plácido: trabajo en una Administración (o, mejor dicho, en un departamento de una Administración) ajeno a esa guerra moral.

Ocurrió el otro día algo que pareció romper esto. Tuve una reunión en una sala a la que no suelo ir. Aburrido, me fijé en el escudo de la Comunidad de Madrid que la decora. Como el de muchas otras Comunidades, el escudo de Madrid lleva encima una corona, rematada por una cruz. No es un tema de confesionalidad, la pusieron ahí los socialistas, sino de tradición heráldica. Me fijé, pues, en el escudo, y me dí cuenta de un pequeño detalle: alguien había arrancado la pequeña cruz superior. No era creíble que se hubiera caído sola, el escudo está hecho en buen material. Sin duda, algún socialista había decidido, por su cuenta, anticiparse a la Ley de Libertad Religiosa de Zapatero.

Podría haberlo dejado pasar, pero decidí tomarme el tema en serio. ¿Qué me llevó a ello? Lo admito honestamente: el ejemplo peleón de los homosexuales. Si en el escudo de la Comunidad de Madrid hubieran incluido la bandera del arco iris, en homenaje a los gays; si un funcionario homosexual llegara y viera que su bandera ha sido arrancada del escudo oficial, ¿lo dejaría pasar? ¿Pensaría "qué mala suerte, qué cosas pasan, no vale la pena darlo vueltas?" No. Haría valer sus derechos, y derecho es que el escudo oficial tenga los elementos que dice la Ley, ni más ni menos.

La Directora competente me recibió muy amable.

"Se ha caído la cruz del escudo de la Sala de Juntas."

"Oh, que horror, no lo puedo creer".

"Así es; se ha caído, habría que arreglarlo, queda muy mal".

"Oh, qué horror, nadie se había dado cuenta, nadie me había dicho nada, tomo nota para repararlo, gracias".

"Gracias a ti".


Me fui contento, sintiendo que había pegado un pequeño tiro en la guerra moral que vivimos.

lunes, 11 de octubre de 2010

Feria del Libro Antiguo

Fui el viernes a la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión. Vienen libreros de segunda mano de toda España. Algunos lo colocan todo de forma impecable, ordenado por materias, limpio, incluso ponen cubiertas de plástico a los libros; otros lo tienen todo sin sacar de los cajones, lleno del polvo y suciedad.

Por todos lados vi síntomas de la crisis que no acaba. Había menos casetas que otros años; varias estaban vacías, sin nadie curioseando; había gente intentando vender libros viejos a los libreros, no era la ocasión, claro.

Hice la táctica de todos los años: pasear del inicio al final, hacer una lista mental de posibles compras, pasear luego en sentido inverso volviendo a mirar los libros escogidos, eliminar, comprar sólo aquellos que vaya a leer ya. Seleccioné 5, compré 3: "Introducción a una historia contemporánea del anticlericalismo español", del historiador Julio Caro Baroja; "Desde la España predemocrática", del sociólogo Amando de Miguel; "Memorias de estío", del político Miguel Herrero. Deseché uno del cineasta Pedro Almodovar, en la primera vuelta me pareció divertido, en la segunda lo rebajé a graciosillo.

Con el 5º (las memorias de un ministro de Franco) ocurrió algo extraño, como de novela. Llegué a la caseta, lo busqué, resultó que lo tenía en la mano un anciano que ya había seleccionado una torre de libros, custodiada por el librero valenciano. "Es que no sé si va a ser ya mucho...", decía, hojeaba el libro, miraba la torre, dejaba el libro, lo volvía a coger, lo volvía a hojear, "es que no sé si me estoy pasando", lo volvía a dejar, lo volvía a coger, volvía a mirar la torre. Su duda no podía ser por el precio, no costaba más de 5 o 6 €. El librero valenciano se acabó cansando, "mire, no se agobie, estamos hasta las 9, llévese usted los otros, dése una vuelta, y si antes del cierre se anima, viene y se lo lleva". Esto convenció al abuelo, que colocó el libro en su sitio y sacó un billete de 50 € para pagar la torre.

Me fui a casa sin el libro, claro. Es seguro que si hubiera esperado a que se fuera el anciano y lo hubiera cogido el vendedor me lo hubiese vendido encantado; y es más seguro aún que el anciano no volvería luego a por él. Pero ¿y si volvía?

viernes, 8 de octubre de 2010

Tiempo de silencio

No tengo cuerpo, estos días, para salir a buscar un nuevo lector.

¿Cuántos blogs de los que visitas te devuelven la visita? ¿1 de cada 5? Y de los que te devuelven la visita ¿cuántos vuelven más veces? ¿1 de cada 5?

No tengo cuerpo, estos días, para ir a buscar por 25 blogs desconocidos.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Deportivo de La Coruña

Si piensas en tus épocas felices del pasado, verás que siempre hay un día en que eres feliz por última vez, sin saberlo. Vas a tu casita junto a la playa, disfrutas de la puesta del sol, al irte le dices al mar "hasta la próxima", sin saber que días después habrá una riada que se llevará por delante la casa.


Mi equipo, el Deportivo de La Coruña, llegó a la mitad de la Liga 2009-10 en una situación excelente: iba el 7º, dispuesto -como siempre- a luchar por el 6º puesto que le permitiría ir a los torneos europeos. Ese día jugaba en casa con el Athlétic de Bilbao, y cuando el gran Filipe Luís intentó meter gol el portero vasco se le cayó encima (involuntariamente, supongo) y le destrozó la pierna. De la gravedad de la lesión da idea que sólo ahora, nueve meses después, el brasileño ha podido volver a jugar.

Fue -sin saberlo nosotros- nuestro último día feliz. El equipo, sin Filipe, empezó a perder y a empatar, empezó a bajar puestos, y acabó la Liga en el 10º. También se arruinó, y tuvo que vender a Filipe Luís y a otros jugadores.

Esta Liga 2010-11 no empezó muy bien. El equipo le echa muchas ganas, el entrenador Lotina también, pero por ahora ha perdido 3 partidos y ha empatado 3. La última (por ahora) estación del viacrucis fue el domingo pasado, en el Santiago Bernabeu, cuando el Real Madrid nos coló 6 goles. ¡Hasta Cristiano Ronaldo marcó!



A día de hoy, mi equipo, el Deportivo de La Coruña, ocupa el último lugar en la clasificación de la Liga.

lunes, 4 de octubre de 2010

Ex-alcalde 1, Zapatero 0

O, para ser más precisos: 7.613 socialistas de Madrid votaron al ex-alcalde de Parla como candidato a la presidencia de la Comunidad en 2011 y 7.055 a la ministra impulsada por Rodríguez Zapatero.

El bofetón al presidente ha sido mayúsculo. Zapatero ha perdido con esta votación la naturaleza de profeta que aún mantenía entre los socialistas, entre los demás la perdió hace tiempo. Su Palabra deja de generar, por si sola, Verdad, Futuro o Seguridad. Queda reducido a la condición de simple hombre, necesitado de argumentar sus ideas con algo más que bellos conceptos ("encuestas", "entusiasmo", "compromiso"). Eso ya no basta: ni le bastó al ex-alcalde cuando le pidió que no se presentara ni le bastó, ayer, a los afiliados socialistas.

Ya lo dije en mi post anterior sobre esta votación: "¡basta de ocurrencias, basta de cambios de rumbo, hace falta un trabajo político serio, hacen falta decisiones serias!".

(El título está copiado de la contestación de Alemamá a ese post anterior).

sábado, 2 de octubre de 2010

Catequesis

Pidieron voluntarios en la parroquia para la catequesis de los chicos que se van a confirmar. Dudé, pero al final decidí no presentarme. Comprendí que no soy capaz de responder a las dudas de un adolescente inquieto; que en cuestiones muy importantes, al tercer o cuarto "pero ¿por qué eso es así?" sucesivo acabaría respondiendo "¡porque sí!" o "¡porque siempre ha sido así!".