martes, 30 de agosto de 2011

Comenzamos

Comenzamos, un año más, la Liga. Mi equipo, el Deportivo de La Coruña, empieza su travesía del desierto por la Segunda División y en la primera jornada logra un honorable 1-0. El Real Madrid arrolla con un 6-0 y el Barcelona con un 5-0 (uno de ellos del chileno Alexis).

Paso unos días en Zaragoza, ciudad de la Basílica del Pilar. Allí pido a la Virgen por nuestros países, cuyas banderas rodean su capilla.

La primera noche en Madrid voy a tomar un helado de pistacho a la Puerta del Sol y compruebo que todo sigue como lo dejé: los indignados montando escándalo, la policía tensa, un helicóptero sobrevuela la escena. Ya de regreso un poli alto me prohíbe pasar delante del Congreso de los Diputados, como si el helado fuera una bomba casera.

Vuelvo, un poco tenso, al trabajo.

lunes, 22 de agosto de 2011

JMJ (y III)

El sábado 20 Benedicto comenzó su jornada confesando a cuatro voluntarios en el parque del Retiro, recordándonos la importancia de este sacramento. Ofició una Misa en la Catedral para miles de seminaristas (no fui, claro) y recibió al Presidente del Partido Popular. Casualmente, el Cardenal Arzobispo de Madrid cumplía ese día 75 años, así que invitó a comer a Benedicto y a su séquito a un típico menú español.

Por la tarde fuimos, muy contentos, a la gran explanada de Cuatro Vientos, donde íbamos a pasar toda la noche en vigilia de oración. La cosa empezó mal: tras andar casi media hora resultó que había overbooking litúrgico, habían vendido demasiadas acreditaciones, así que tuvimos que quedarnos fuera de la zona reservada, con poca luz, con pocas pantallas, con pocos aseos. Al rato se levantó un vendaval como de Pentecostés y al poco empezaron la tormenta y el diluvio. La gente joven, que nunca pierde el ánimo, empezó a gritar, unos "¡Ésta es / la juventud del Papa!" y otros (en broma) "Zapatero / ¡dimisión!". Acabamos empapados y con frío y decidimos irnos a casa.

El domingo 21 fue la Misa en Cuatro Vientos, que vi por la tele. La homilía de Benedicto, comentando el pasaje de "Y vosotros ¿quién decís que soy yo?" fue clara como la luz de la mañana: recomendó a los jóvenes conocer a Cristo, no la opinión que la gente tiene de Él; explicó que esto sólo podía hacerse dentro de la Iglesia; les propuso un plan de vida exigente, Comunión, confesión, caridad, apostolado, vida de parroquia o de movimiento. También fue bueno el posterior discurso del Prefecto de la Congregación de los Laicos: es importante que leamos y discutamos el Catecismo que iba en la mochila de peregrino, el Youcat, pues los tiempos son malos y hace falta tener una fe culta. En fin, fue emocionante el momento en que los jóvenes españoles (con camisa roja) entregaron a los brasileños (de amarillo carioca) la cruz y el icono de las Jornadas de la Juventud.

Por la tarde fuimos a despedir a Benedicto a su salida de la Nunciatura, por primera vez le vi cerca, es tópico decirlo pero es verdad: me miró y me bendijo. Desde allí fue al IFEMA, donde agradeció a los voluntarios su tremendo trabajo de estos días, y al aeropuerto, donde le despidieron los Reyes; Zapatero, mezquino como siempre, no estuvo, menos mal.

Por la noche, con Benedicto ya en Roma, hubo en Madrid otra terrorífica tormenta que hizo vibrar los cristales de las ventanas.

sábado, 20 de agosto de 2011

JMJ (II)

Benedicto llegó a Madrid a las 12 de la mañana del jueves 18. Hubo entonces uno de los milagros meteorológicos que tanto me gustan: llovía en Madrid (cosa rarísima aquí, en agosto), cesó la lluvia y volvieron el sol y el calor. Las campanas de la catedral empezaron a sonar fuerte.

Por la tarde fue el acto de recepción en la plaza de Cibeles, los jóvenes recibieron a Benedicto, Benedicto recibió a los jóvenes. También estábamos otras personas, claro.

Ayer, viernes 19, Benedicto fue a El Escorial a encontrarse con las monjas y con los profesores. No fui pues no estoy incluido en ninguno de estos dos grupos.

Por la tarde fue el acto más novedoso de la JMJ de Madrid, el viacrucis, también en la Plaza de Cibeles. De varias ciudades de España (incluida la capital) se habían traído 14 pasos o imágenes que representan las 14 estaciones de la Pasión, más una Virgen muy guapa de Sevilla. Como en un Jueves Santo veraniego, estuvieron expuestas los días antes en varias iglesias o edificios públicos, y ayer fueron colocadas, ya en fila, en el Paseo de Recoletos, al lado de Cibeles, allá fue a verlas una multitud. Hay que decir que dos de las más admiradas fueron el Prendimiento en el Huerto de los Olivos y el Cristo de la Buena Muerte, ambas de Málaga, la ciudad de Andy.

El viacrucis, al atardecer, fue muy interesante. Los textos los habían escrito las angélicas de Sevilla, una orden muy querida que cuida a enfermos y ancianos.

Tras la marcha de Benedicto debía empezar una gran procesión en la que todos los pasos irían a la Puerta del Sol antes de dirigirse, cerca de la madrugada, a sus iglesias de acogida. Cómo no, hubo la ración de basura de todos los días, los indignados decidieron que la procesión no podía pasar por Sol porque es suya, aunque para ello tuvieran que usar la violencia. La procesión se retrasó dos horas, corrió el rumor de que no se iban a atrever a sacar los pasos, que los meterían todos en el cercano Palacio de Comunicaciones, esto habría degradado la imagen internacional de España al rango de país de salvajes. Al final todo se resolvió gracias a la policía: uno de los momentos más emocionantes fue cuando pasaron los anti-disturbios con sus cascos y sus porras, todos les aplaudimos y gritamos "viva España".

jueves, 18 de agosto de 2011

JMJ (I)

Han venido a Madrid cientos de miles de peregrinos de todo el mundo a la Jornada Mundial de la Juventud. Por todas partes hay un espíritu alegre, de fiesta. Los grupos de distintos países se saludan y se hacen juntos fotos divertidas, con las banderas desplegadas, qué buen recuerdo. En muchos de esos países la Iglesia pasó graves dificultades en algún momento de la Historia, pero gracias a la fidelidad de sus antepasados estos chicos pueden ser ahora católicos: por ejemplo, los cientos que han venido de los antiguos países del Este (checos, polacos, eslovacos). Y ¿qué decir de los franceses, que muestran orgullosos la bandera tricolor y cantan la Marsellesa, símbolos en otro tiempo de la Revolución anti-cristiana?

Por las mañanas, en decenas de parroquias de Madrid, se dan las catequesis de los Obispos en todos los idiomas del mundo: predicación, diálogo, Misa. Confieso que no he ido a ninguna: tenía mucho interés en ir a las de algunos Obispos concretos (el de Granada, el de Toledo, el auxiliar de Madrid, el emérito de Sevilla), pero la organización no quiso decirme en qué iglesias iban a predicar para favorecer la "igualdad" y la "no discriminación" entre los Obispos.

Por la tarde hay cada día unos 200 actos, del tipo "los jóvenes de Caracas hablan de educación" o "los caballeros de Colón de Indianápolis bailan rock" o "las jóvenes teresianas adoran al Santísimo". Gracias a ellos he conocido un poco más a la Comunidad de San Egidio y a la Renovación Carismática.

En el gran parque del Retiro se han instalado tres cosas. Primero, una carpa con adoración perpetua al Santísimo Sacramento, gestionada por las hermanas de Teresa de Calcuta, es una gran cosa ver a una larga fila de jóvenes esperando para entrar; segundo, unos 200 confesionarios con curas en todas las lenguas, algunos de ellos sentados en el suelo con el joven al que confiesan; tercero, unos 70 puestos de otras tantas órdenes u organizaciones que te dan propaganda para que encuentres tu vocación.

...

La basura de la fiesta, como siempre, la pone la izquierda española, una izquierda paleta, ignorante e intolerante. Ayer, en plena JMJ, los ateos montaron una manifestación contra la visita del Papa, los socialistas la autorizaron y los indignados se salieron de ella para pegar a jóvenes peregrinos, obligando a la policía a cargar contra ellos. La basura de siempre, pues.

martes, 16 de agosto de 2011

Suiza

Suiza es, exactamente, como te la imaginas: altas montañas, lagos enormes, prados verdes, bosques cerrados, vaquitas pastando, lluvia la mitad de los días de verano, casitas con techos a dos aguas y con muchas flores, tiendas de relojes y de chocolate y de quesos, muchos bancos.

Las iglesias protestantes son de un calvinismo radical: sin imágenes, sin crucifijo, sin sagrario, sin altar. Sólo unas feas vidrieras modernas impiden confundirlas con salones de baile.

Suiza es el país más caro que he conocido. Un café con leche o un bollito o una botella pequeña de agua cuestan 4 francos, unos 3,5 euros, una barbaridad. No hubo más remedio que comer de sándwich y galletas. Por supuesto, nada de paseos en barco por el lago Lemán o de comprar un reloj de cuco.

Basta con moverse unos pocos kilómetros para que todo (cultura, letreros, restaurantes, edificios) cambien de la influencia alemana a la francesa, o al revés. A última hora de la mañana te parece pasear por París y a primera hora de la tarde crees estar en Múnich. Pese a ello todos viven en armonía y amor a la patria, cosa admirable para el viajero español.

Los suizos, la gente más limpia del mundo: en Zúrich un señor vio un papel en el suelo, lo recogió y lo tiró a la papelera. Y en Berna y en Ginebra vi un inodoro cuyo aro, tras tirar de la cadena, empezaba a girar y era limpiado por una esponja, dejándolo como recién lavado.

jueves, 4 de agosto de 2011

Europa

Queridos amigos:

Me voy unos días a Europa.

Acordaros de mí,
como yo me acordaré de cada uno de vosotros.

Hasta muy pronto.

martes, 2 de agosto de 2011

Cierre, julio, Zapatero, Barça, somnífero

Cierra la tienda polaca de alimentación, cierra la peluquería cutre, cierra el negocio para adelgazar, cierra la heladería fina de Rosales.

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Devuelvo en la biblioteca pública Historia de la reforma. Recuerdo el día en que cogí el libro, al inicio de julio, una tarde de terrible calor. ¿En qué se ha ido el mes?

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Las radios empiezan a hablar de Zapatero en pasado: "Su política económica ha sido...". Por última vez en su vida visita al Rey en el palacio de verano, en la isla de Mallorca.

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Por Madrid van los turistas con las camisetas oficiales del Barcelona, tan contentos: los de clase media con la del año pasado (pone "Unicef"), los ricos con la nueva (pone "Qatar Foundation").

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Me tomo la pastilla contra la alergia, tiene un potente efecto somnífero. Apenas me entero de la fuerte tormenta que cae por la noche sobre Madrid, pero -qué lástima- hoy me quedo dormido y no voy a El Escorial.