jueves, 4 de octubre de 2012

Alegría

Me despierto muy contento: sigo vivo, tengo salud, tengo trabajo, hay gente que me quiere.

Decido no oír la radio. Mi radio es EsRadio. ¿Qué nos une a los locutores de EsRadio, a los demás oyentes y a mí? El odio. El odio a los políticos. El odios a los sindicatos. El odio a los jefes de los empresarios. El odio a los intelectuales que viven del cuento. El odio a ETA y a sus amigos. El odio a los profesores que manipulan a los niños. El odio a los nacionalistas catalanes. El odio a los nacionalistas vascos. El odio a las radicales feministas. El odio a los radicales gays. El odio a los jefes de la Unión Europea sin alma.

Decido no oír la radio, pues.

Fuera todo es bonito. Hasta me hacen gracia las latas de cerveza que los borrachos han tirado en la fuente y que el Ayuntamiento no se ha molestado en recoger.

12 comentarios:

ALMA dijo...

Que feíto que el hilo conductor de algo masivo, como la radio sea el odio.
Yo escucho mucha radio y aqui también sucede, por lo tanto eligjo los programas que leen poesía y comienzo el día con alegría.
Me parece una excelente elección, no oir esos programas que no aportan nada constructivo y el hecho de no hacerlo, te hacen disfrutar de las pequeñas cosas cotidianas, por ejemplo la basura.

AleMamá dijo...

Quizás la palabra "odio" no sea exacta, porque de serlo hace tiempo tú no la oirías. Pienso que lo que trasmiten son valores tradicionales, que valen, pero de un modo cargado de tintas que los hacen sentir pesados. en todo caso, qué bueno es cambiar de música de fondo y apreciar el silencio para ver la belleza de clo cotidiano.

Saludos, Fernando, creo que el blog que he propuesto en mi sitio te gustaría. Me recuerda el tuyo de algún modo.

ojo humano dijo...

Es bueno hacer "ayunos" de nuestros hábitos y practicar otros.
Hice un "voto" de TV. de 20.00 a 8.00, para leer la Palabra y dormir sanamente. Me ha costado pero me produce alegría el cambio.
Un saludo, me alegro en tu alegría. Disfruta el presente, es tan bueno estar vivos.

Juan Ignacio dijo...

Si hay algo que me molesta es no poder ver las cosas todos los días como las veo los días en que me levanto muy contento.

paterfamilias dijo...

Te entiendo perfectamente. Yo oía la Cope cuando ese locutor que ahora está en EsRadio era la estrella de la cadena. Aun compartiendo bastantes cosas de las que decía, me di cuenta de que empezaba el día tenso y de mal humor. ¿La solución? Dejar de oír la radio durante un tiempo y después cambiar de emisora.

javier dijo...

Mi psicoterapeuta me ha dado las siguientes indicaciones en orden a evitar adicciones y "stress":
1. No oír más de una tertulia radiofónica o televifónica a la semana.
2. Rumiar durante la semana lo que uno ha oído en la tertulia semanal hasta digerirlo por completo.
3. Escuchar, al menos, tres piezas de música barroca durante los tres días siguientes a la tertulia con el objeto de facilitar la digestión y evitar la acidez de estómago.
4. No hablar jamás -especialmente en la homilía dominical- de lo que haya oído en la tertulia semanal a menos que hayan transcurrido tres meses desde la tertulia.
5. Si -por debilidad- dejase de cumplir alguna de las indicaciones anteriores, premiarme con tres horas seguidas de cine mudo levantándome ese día tres horas antes para disfrutar del buen cine de 4 a 7 de la madrugada e iniciar la jornada a la hora habitual de buen humor y sin ganas de hacer el tonto.
No quiero terminar este largo comentario sin decirle que su entrada me ha gustado mucho y que los comentarios que he leído -Alma Alemamá y Ojohumano- me han gustado aún más.

Unknown dijo...

no suelo ver ni oír debates, me ponen de mal humor y la mayoría de las veces termino todavía más confusa que cuando empecé.

No podemos dejarnos arrastrar por las palabras que dicen en algunas medios de comunicación cuando intentan que todos pensemos como ellos. Todos sabemos reprobar lo odioso sin que haga falta que alguien nos lo recuerde diariamente.

Me alegro de que supieras desconectar a tiempo, de que estés contento, de que todo te parezca bonito y de que mires con ojos de esperanza.

Un abrazo, Fernando.

Fernando dijo...

Vivimos momentos muy tensos en España, Alma, cualquier cosa que excite lo peor de la gente tiene éxito, sea de derechas o de izquierdas.

Siento ser así, Alemamá: mi confesor siempre me anima a ver el lado bueno de los demás, pero para mí es difícil. Que Dios nos ayude.

Ojalá yo amara tanto a Dios como para hacer lo que tú haces, Ojo Humano: al menos durante 15 o 20 minutos.

Así es, Juan Ignacio: ojalá todos los días pudiéramos ser igual que en nuestros mejores días.

Veo que sabes bien de lo que hablo, Páterfamilias, a veces he intentado cambiar a Herrera o a Punto Radio, pero tengo un poco de adicción.

Los consejos son buenos, Don Javier, sobre todo el 4º, sería surrealista que empezara usted diciendo "como dijo el otro día Federico", algún feligrés se iría. Intentaré aplicarlos (salvo lo de la homilía, claro).

Así es, Yeste, todos sabemos que nos manipulan, hay que tener mucho cuidado con eso y evitar que nos influyan, incluso la gente de nuestra ideología.

Anónimo dijo...

Buenos días Fernando. El odio es en realidad un amor sincero por la polìtica, por la verdadera acción sindical que elimina desigualdades y abusos, amor por la paz contra todo tipo de violencia, amor a la Patria. El odio es una mala traducción de la decepción y deseo de justo castigo a quienes han podrido el sistema y abusado del amor.Mi odio por ellos creo que es un amor que grita justicia y quiere que impere la ley y exista castigo ejemplar.Un abrazo.

Fernando dijo...

Caramba, NIP, siempre sabes dar una visión más elevada y mejor de las cosas cotidianas. Sí, es así: mi mala baba tiene mucho que ver con cosas que amo y que son atacadas por unos y otros. Gracias por decirlo tan bien.

Inmaculada Moreno dijo...

Mientras tengamos fuerza de voluntad para cambiar los hábitos que nos dañan, todo va bien.
Un abrazo

Fernando dijo...

Así es, Inmaculada. Dios nos ayude.