miércoles, 27 de febrero de 2013

Fontanero polaco

Vienen el fontanero y su ayudante, polacos. El jefe ya estuvo otra vez en casa. Me explicó entonces que el Impuesto sobre el Valor Añadido subía en España por culpa de Alemania, Alemania tenía la culpa de los problemas de España, Alemania tenía la culpa de los problemas de Europa. Al irse me advirtió, muy serio: alguien que es capaz de matar a seis millones de personas es capaz de todo.

El fontanero y su ayudante son alegres y trabajan contentos, se nota que les gusta su profesión y vivir en España. Cuando las cosas se ponen mal hablan entre ellos en polaco, como para que yo no me agobie. Rompen las baldosas, salen el cemento y las cañerías que llevaban 20 años ocultos, como si fuera el Juicio Final de las cosas. Pronto aparece el problema: de una tubería rota sale un poco de agua. Ha formado una playa, escondida hasta ahora, barro, agua, olor, impresiona verlo en mitad de tu piso, es milagroso que no haya perjudicado a la vecina de abajo. La lámpara se refleja en el charco. Con mano firme cortan la cañería antigua, limpian la zona, cortan una cañería nueva, la calientan, la ponen sendas piezas en los extremos, la ponen pegamento, la colocan para siempre. Limpian todo. No me atrevo a darles propina.

No debo usar el agua durante varias horas, pero mañana por la mañana sí. Siento un gran alivio. ¿Dónde habría ido si no?

Fuera nieva, como si esto fuera Varsovia. Mientras, en Roma, hace sol.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Católicos no practicantes

Leo en wikipedia (en inglés) la biografía de un político holandés. En el apartado "Religión" lo define como "católico no practicante", y enlaza con otra página que me ha parecido interesantísima. Ahí se explica que un católico que no practica (y, en concreto, que no va a Misa) no por ello deja de serlo ni tiene que volver a bautizarse si decide volver a la vida religiosa.

Como los americanos (o los ingleses) son tan organizados no se quedan ahí, sino que han creado varias categorías, con sus acrónimos, dependiendo de las fiestas anuales en las que algunos católicos no practicantes sí que van a Misa (y dejando aparte, claro, bautizos, bodas y funerales):

-Domingo de Resurrección y Navidad.

-Domingo de Resurrección, Día de la Madre (???) y Navidad.

-Miércoles de Ceniza, Domingo de Ramos, Domingo de Resurrección y Navidad.

Pensé que al hacer esta interesante página no consultaron con ningún español. De ser así, habrían añadido otra solemnidad, Todos los  Santos, en que casi no se cabe en nuestras iglesias, y la fiesta del Cristo o de la Virgen del pueblo de cada uno (donde somos capaces de hacer 600 o 700 kilómetros para ir a la Misa y luego a la procesión).

lunes, 18 de febrero de 2013

Noticia de Madrid

Empiezan a abrir las yemas de algunos árboles.

viernes, 15 de febrero de 2013

Gobierno, gafas, ecuatorianos, cantantes

En Misa el sacerdote pide por nuestro Gobierno, para que pueda resolver nuestros problemas. La señora del banco de delante se ríe.

Por primera vez uso gafas progresivas, de cerca y de lejos. Al modo de Pascal diré: puedo ver mejor las cosas, con la condición de que las vea de frente.

Madrid, inundado de carteles para las elecciones de Ecuador del domingo. Su Comisión Electoral pone un anuncio en la tele animándoles a votar.

Ponen un programa con entrevistas a cantantes españoles de los años 80, cuando yo era joven: más calvos, más gordos, más feos. Me deprimo un poco recordándoles a ellos y recordándome a mí.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Penitencia

Cuaresma, tiempo de penitencia: tomar helado de vainilla en vez del de chocolate, no poner la música en la ducha, no beber ginebra.

Pero ¿no hay el riesgo de hacerlo por vanidad, como el niño que dice "voy a aguantar con la cabeza un minuto debajo del agua"?

Sabré si lo hago con espíritu limpio si:

1º- vivo seriamente la caridad,

2º- acepto sin ira las penas que puedan venir durante estos cuarenta días.

lunes, 11 de febrero de 2013

Benedicto

Cuando Benedicto comenzó su pontificado, en 2005, yo era un mal cristiano. Ahora que se va sigo siéndolo, con la diferencia de que me doy cuenta de ello e intento arreglarlo un poquito.

Dos cruces especialmente duras ha tenido que soportar estos años: los asesinatos de católicos que viven en países islámicos y el escándalo de los sacerdotes pederastas. En lo segundo la Historia le hará justicia, sin duda: él quiso que se supiera toda la verdad de hechos ocurridos -en la mayoría de los casos- hace muchos años. No podía suponer que hubiera tanto pecado.

Concluyo mi recuerdo agradecido con estas frases de la homilía del inicio del pontificado, el 24 de abril de 2005: "Rogad por mí, para que por miedo no huya ante los lobos. Roguemos unos por otros para que sea el Señor quien nos lleve y nosotros aprendamos a llevarnos unos  a otros".

miércoles, 6 de febrero de 2013

No juzguéis

"No juzguéis y no seréis juzgados", nos dice Jesús, pero esto no puede significar que todo lo que hagan los demás nos deba parece bien: Jesús juzgó con dureza a los fariseos, a los mercaderes del templo, a sus discípulos. Unas lineas más abajo, Él nos da una regla (la de la paja en el ojo ajeno y la viga en el propio) que podríamos explicar así: "Cuando tengas la tentación de condenar los comportamientos ajenos, piensa seriamente en tu propio caso, contrasta tu vida con la regla que quieres aplicar a los demás. Eso te ayudará a descubrir una parte de ti mismo que no quieres tomar en serio, a conocerte más, a mejorar, a comprender a los demás".

Voy otra vez en el Metro, de noche. La mitad de los viajeros teclea compulsivamente en sus teléfonos móviles, ajenos a lo que les rodea. Me enfado. ¿Qué se puede escribir así si no son mensajes pobres, toscos, mal elaborados? ¿Qué tipo de pereza mental revela esto? Si al menos fueran hablando por el móvil podrían desarrollar frases elaboradas. Pero este torpe teclear ¿no revela un nivel pobre de pensamiento?

Pienso en mi caso. ¿Soy mejor que ellos? No.

Hace varios días me di un paseo largo. "Voy a pensar en la reforma laboral", me dije. La reforma laboral fue un gran cambio legislativo de hace un año, que afectó a muchos temas del trabajo y los sindicatos. Yo la estudié seriamente, la dediqué bastantes horas, me hice esquemas, debería conocerla bien. Sin embargo, me costó recordar todos los temas que se reformaron, probablemente olvidé varios importantes. Y, dentro de cada asunto, apenas recordé alguna idea suelta de los elementos que se habían reformado. Así, sabía que se había cambiado la Ley de la Jurisdicción Social, pero apenas podía recordar alguna idea suelta de lo nuevo. Por supuesto, el paso siguiente, enjuiciar un año después esas reformas, saber si yo las habría votado o no, me resultó casi imposible, porque no tenía claro los cambios a los que dediqué tantas horas. Mi cabeza iba y venía entre unas pocas ideas sueltas.

Se me ocurrió que si en vez de pensar hubiera escrito todo eso en un móvil me habría salido un discurso aún más pobre y limitado que los que mandaba la gente del Metro.