jueves, 29 de septiembre de 2016

Novelas

No debería leer tantas novelas de autores muertos. Leo después las de los vivos y todas me parecen malas.

martes, 13 de septiembre de 2016

Milagro, dentista, higos, cucaracha

Dios me despierta en medio de la noche y a los dos minutos empieza a llover. Me levanto rápido a recoger la ropa tendida.

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Como cada mes de septiembre, vuelvo al dentista. Antes de la crisis económica había que esperar dos o tres horas pues la sala de espera estaba llena. La crisis lo cambió: apenas había nadie esperando, apenas tardabas en pasar.

Ayer sólo había un paciente delante mío. Pasé rápido.

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 Días de higos verdes. Hay que aprovechar, pronto desaparecerán de la frutería.

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En el aseo de caballeros de la oficina hay una cucaracha enorme de color rojo, viva. No me atrevo a matarla. Llamo a la jefa de limpieza, me dice que se encargará de ella. Vuelvo una hora después y la cucaracha sigue ahí, viva. Vuelvo antes de salir y sigue ahí, viva.

Lo más  misterioso: que en la tablita de la puerta figura que ha habido dos revisiones desde mi llamada. Quizá la señora de la limpieza sea una ecologista compasiva.

viernes, 2 de septiembre de 2016

He visto

He visto el cielo de Pontevedra cubierto de niebla a primera hora de la mañana. Pero no era niebla sino el humo de diez incendios. Pasó un hidroavión volando bajo.

He visto el vendaval llamado Levante barriendo los pueblos de Cádiz en lo alto de las montañas. Las abuelas del lugar se sujetaban el sombrero con la mano para evitar perderlo.

He visto el English breakfast que tomé en Gibraltar a la hora de comer: alubias pintas, salchichas, huevos, pan con mantequilla. He visto los monos de Gibraltar junto al cartel en que se hablaba de ellos, sospeché que eran funcionarios o espías del Gobierno de Su Majestad.

He visto en Ceuta placas o recuerdos o edificios de los gallegos, los castellanos, los andaluces, de todos los españoles que mantuvieron y mantienen un trocito de España en el norte de África.

He visto la tumba de la Duquesa de Alba junto al Cristo de los Gitanos, en Sevilla. "Nuestra hermana", la llamaban, no creo que en vida ella lo hubiera tolerado.